domingo, 27 de marzo de 2022

AMBROSIO DE CUENCA, ESCRITOR Y DRAMATURGO JEREZANO DEL SIGLO XVII

Hoy día del Teatro, es un buen momento para recordar que Jerez fue cuna de un dramaturgo que con sus “comedias famosas” llenó los corrales y colmó las horas ociosas de muchos lectores entre los siglos XVII y XVIII, en emulación con los grandes autores de nuestro Siglo de Oro. Recordemos hoy a Ambrosio de Cuenca Y Argüello.

Cuenca y Argüello nace en 1624 en el seno de una familia modesta en lo social y en lo económico, pero bien relacionada con la oligarquía local. El vástago de los Cuenca seguirá la carrera eclesiástica; el prestigio familiar se jugaba en los estudios del joven Ambrosio. Y, en efecto, tras una larga y brillante carrera como capellán en los Tercios de Milán y en la Armada de la Carrera de Indias, curando el cuerpo y el alma de la soldadesca y viviendo en primera persona los padecimientos de la guerra, el ya por entonces doctor Ambrosio de Cuenca obtenía finalmente una prebenda en la catedral peruana de Trujillo. En 1670, después de una estancia en España, regresaba a su empleo en la catedral americana donde su hilo vital se nos pierde.



Esta prebenda fue fruto, sin duda, de su mérito personal, pero también de su trabajada relación con distintas personalidades de la época, como se pone de manifiesto en la relación de sus méritos que presenta al Rey en 1662. Y es que prontamente nuestro capellán había divisado cómo sus dotes literarias le abrirían las puertas para ganarse el favor de estos mecenas e ir escalando socialmente a golpe verso. Así lo pudo comprobar en 1652 con los regidores jerezanos. Su petición al cabildo jerezano fue el hilo a partir del que pude ir desenmarañado su olvidada personalidad, rescatando su obra escrita en la que destacó una producción teatral en buena medida mediatizada por sus estrategias de mecenazgo.

Una de sus obras de más éxito, “Nuestra señora de Regla”, se publica junto a obras de Luis Vélez de Guevara, Juan de Matos Fragoso, Juan Bautista Diamante o Tirso de Molina en la “Parte veinte y siete de comedias varias nunca impressas compuestas por los meiores ingenios de España”, publicada en Madrid en 1667. Esta comedia tiene la peculiaridad de ser, quizás, el único ejemplo de texto literario teatral inspirado en las banderías jerezanas. Un trasunto de “Romeo y Julieta”, con final feliz, en el Jerez del siglo XIV. Detengámonos en el sentido elogio a su “patria chica” que Cuenca pone en boca de doña Leonor, nuestra Julieta:

Esta ciudad cuya cesárea planta/ hermosea vistosa almena tanta, / y Guadalete lame sus umbrales,/ con lengua siempre rauda de cristales/ es, Xerez; nací en ella, o nunca fuera/ propicio el Cielo a tanta primavera/ ni me diera hermosura, / pues cruel me negó mayor ventura”.

Bibliografía: Moreno Arana, Juan Antonio: "El escritor Ambrosio de Cuenca y Argüello y el mecenazgo literario del Ayuntamiento de Jerez de la Frontera durante el siglo de Oro", Revista de Historia de JerezISSN 1575-7129, Nº. 22, 2019págs. 133-166

 https://www.academia.edu/41635406/EL_ESCRITOR_AMBROSIO_DE_CUENCA_Y_ARG%C3%9CELLO_Y_EL_MECENAZGO_LITERARIO_DEL_AYUNTAMIENTO_DE_JEREZ_DE_LA_FRONTERA_DURANTE_EL_SIGLO_DE_ORO?fbclid=IwAR1KmG4cnzF2ypGHzNCnKpQmE_SaWv6cim1-eAdtIjJTUCVibDZPytsjcK4


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